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La apnea del sueño es un trastorno respiratorio que afecta a millones de personas en todo el mundo, muchas de las cuales ni siquiera saben que la padecen. Si te despiertas cansado, roncas con frecuencia o tu pareja nota que dejas de respirar mientras duermes, es posible que necesites un tratamiento con CPAP.
En este artículo te explicamos qué es un CPAP, cuáles son los síntomas más comunes de la apnea del sueño y cómo saber si este dispositivo puede ayudarte a mejorar tu calidad de vida.
El CPAP (Continuous Positive Airway Pressure o presión positiva continua en las vías respiratorias) es un dispositivo médico que se utiliza para tratar la apnea obstructiva del sueño. Funciona enviando un flujo constante de aire a través de una mascarilla, manteniendo las vías respiratorias abiertas mientras duermes.
Es uno de los tratamientos más efectivos y recomendados por especialistas para combatir los efectos negativos de la apnea.
La apnea obstructiva del sueño (AOS) ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan de forma intermitente, bloqueando las vías respiratorias durante el sueño. Esto provoca pausas en la respiración que pueden durar desde unos pocos segundos hasta más de un minuto.
Estas interrupciones pueden repetirse decenas o incluso cientos de veces por noche, afectando gravemente la calidad del sueño y, con el tiempo, la salud general.
A continuación, te mostramos los signos más frecuentes que podrían indicar que necesitas un estudio del sueño o incluso iniciar un tratamiento con CPAP:
Uno de los síntomas más típicos. Si tus ronquidos despiertan a tu pareja o pueden escucharse desde otra habitación, es una señal de alerta.
Suele ser notado por otra persona. Si alguien te ha dicho que “dejas de respirar por momentos”, es motivo para consultar con un especialista.
Al reanudar la respiración, muchas personas se despiertan con sensación de ahogo o con la boca seca.
¿Te duermes fácilmente en reuniones, viendo TV o incluso manejando? Esto puede indicar un sueño no reparador.
Sentirse constantemente cansado, incluso después de haber dormido 7–8 horas, puede ser un signo claro de apnea.
La falta de oxigenación durante la noche puede provocar cefaleas al despertar.
Las pausas respiratorias fragmentan el sueño profundo, afectando las funciones cognitivas.
El mal descanso tiene un impacto directo en el estado emocional y puede generar ansiedad o depresión.
Si presentas varios de estos síntomas, lo más recomendable es:
Consultar con un médico especializado en trastornos del sueño.
Realizar un estudio del sueño (polisomnografía) para obtener un diagnóstico preciso.
Si se confirma apnea del sueño, es muy probable que te recomienden iniciar el tratamiento con CPAP.
Este dispositivo no solo reduce los síntomas, sino que también disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares, hipertensión y accidentes cerebrovasculares asociados con la apnea.
Muchas personas dudan al empezar a usarlo por miedo a que sea molesto. Sin embargo, los modelos actuales son mucho más cómodos, silenciosos y personalizados. Además, los beneficios en la calidad del sueño y la energía diaria suelen notarse en pocos días.
Reconocer los síntomas de la apnea del sueño es el primer paso hacia un tratamiento eficaz. Si sospechas que podrías necesitar un CPAP, no lo ignores. Dormir bien no solo mejora tu día a día, sino que puede literalmente salvarte la vida.
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